Evangelio, según San Juan
Sí, Dios amó tanto al mundo, que envió a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es condenado; el que no cree en él, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.
Palabra de Dios.
(Jn. 3, 16-18)
Ilustración: Fano |
Papa Francisco (Twitter, @Pontifex-es)
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